De sobacos y minifaldas

 

 

Queridas amigas, las mañanas de instagram son como los años de perro, valen por 7 normales.

Esta mañana, intentando asimilar la cantidad de stories de las revistas a las que sigo, me encuentro con dos titulares que me han hecho reflexionar. En los dos se destacan imágenes que han revolucioando instagram estos días, una la publica Dulceida, con una minifalda de lentejuelas de assos, y la otra la protagoniza Amaia, la Amaia de OT, con una sencilla foto donde  deja ver su vello en la axila.

Los comentarios no pueden ser más distintos, pera cada una de las fotos tiene mas de 200,000 likes, vamos, que las dos lo han petado, cada una en su estilo.

Lo que me hace reflexionar es la asociación de la libertad y el vello corporal con el feminismo. Todos los comentarios de Amaia van en esa dirección, grande Amaia, libre y feminista con sus pelos en el sobaco. De Aida se dice que todas querremos esa minifalda este verano. Genial, aunque no creo que Dulceida sea menos libre y menos feminista. Me da un poco de rabia que para ser feminista también tengas que entrar en determinado canon estético. No estaba ya esto superado? De verdad que en el 2018 tengo que justificar que me gusten los tacones y las minifaldas? Pensaba que si habíamos avanzado en algo precisamente, era en no juzgarnos las unas a las otras. En no juzgar a la que no se depila, porque le gusta sentirse así, pero tampoco a la que se hace el laser, porque el pelo, amigas no te hace feminista. Lo que creo que te hace feminista es ser libre en todas tus facetas, es saber que puedes hacer todo lo que te propongas, y expresarte como mujer como más te guste, porque tipos de mujeres hay miles, y tipos de feministas también.

 

4 respuestas a «De sobacos y minifaldas»

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